En espera

             

                En su casa, dentro de su casa, se encontraba feliz. Si paseaba, simplemente disfrutando, sin pensar ni razonar. Viendo su alrededor, fijándose tan solo en la gente que sonreía, en amaneceres o puestas de sol, en verdes árboles o en olores de azahar. Se encontraba feliz.

                Pero si pensaba... Ay! Si pensaba.

                Sólo podía escuchar tonterías, en las cuales la gente se fijaba. Admirándolas antes, que a las cosas importantes. Todo era un desastre, ¡la gente parecía loca! ¿O era ella la que enloquecía?

                Ya sólo pensaba en salir. Salir de ese lugar en el que cada vez le era más difícil ser feliz. Pero le quedaban cosas por hacer antes de irse… y tenían un proceso lento, de aprendizaje.

                … esperar de la manera más amena, atada en el lugar en el que vive.